Estado de hielo
En los primeros 6 meses del año han fallecido más de 100 niños menores de cinco años a causa del frío
En el Perú, a diferencia de otros países, el frío mata. A pesar de tratarse de un problema que se repite cada año, en el país decenas de niños siguen muriendo a causa del frío, que golpea principalmente las regiones andinas. Esas muertes son evitables, el frío es su causa inmediata, pero la razón de fondo es la pobreza, el abandono por parte del Estado de millones de peruanos, la desidia para prevenir estas muertes que se repiten todos los años.
Según las últimas cifras oficiales de la Dirección General de Epidemiología (DGE) del Ministerio de Salud, en los primeros seis meses de este año han fallecido en el país 105 niños menores de cinco años a causa de enfermedades producidas por las bajas temperaturas. Muertes causadas por la pobreza en la que viven estos niños y la falta de atención. Estos datos son hasta el 2 de julio.
En el mismo período del año 2015, entre el 1 de enero y el 2 de julio, habían fallecido 122 niños como consecuencias del frío. En ese periodo, el año 2014 fueron 140 los niños que murieron por esta razón. En todo el año 2015 fallecieron 218 niños menores de cinco años por enfermedades relacionadas al frío; en 2014 fueron 263 los niños de esa edad que perdieron la vida por causa de las bajas temperaturas.
“No nos atienden”
“A causa del frío mis hijos no pueden ir a estudiar y todo el día están tosiendo. Lo peor es que cuando vas a la única posta médica que hay te dicen que tienes que esperar, que están saliendo a almorzar, que lo tenías que traer más temprano, siempre te dicen así. Cuando estás en emergencia tampoco te atienden rápido, fácil tu niño puede estar muriéndose por el frío o puede pasarle cualquier otra cosa”, es el dramático relato de una comunera del distrito de Llalli, de la provincia de Melgar, en Puno.
En lo que va del año, hasta el 13 de junio (último reporte oficial), en la región Puno son 387 los niños menores de cinco años afectados por la neumonía; nueve de ellos fallecieron por esta razón.
En las comunidades que están por encima de los 4,500 metros sobre el nivel del mar, la temperatura desciende hasta los 20 grados bajo cero o más. Este frío extremo se combina con las precarias condiciones de vida en estas comunidades y la falta de atención médica.
“Las muertes por frío son sinónimo de pobreza. Para poder aminorar esas muertes habría que darles con la debida anticipación abrigo a todas las personas que sufren de frio”, sostiene una comunera de Ayaviri, en Puno.
De acuerdo al Ministerio de Salud, entre los principales factores de riesgo para los niños frente al frío están los casos de niños que no han recibido lactancia materna, la desnutrición y los niños que nacieron con bajo peso.
Acciones contra el friaje
Por tercer año consecutivo, el gobierno puso en marcha el Plan Multisectorial ante Heladas y Friaje, para prevenir y anticipar riesgos en las zonas afectadas por las bajas temperaturas. Este plan intenta hacer una intervención intersectorial. De acuerdo a las autoridades, se han construido 13 mil casas acondicionadas para disminuir los efectos del frío y se ha entregado a la población 228 mil kits con frazadas y ropa de abrigo. Son 20 mil las casas de este tipo presupuestadas para este año, de las cuales ya se han hecho las 13 mil mencionadas.
Estas casas construidas en las comunidades altoandinas para combatir el frío permiten contrarrestar el descenso de las temperaturas, manteniendo, por ejemplo, una temperatura interior de 9 grados centígrados cuando la temperatura externa desciende a 9 grados bajo cero.
El año 2013, la Asociación Salgalú para el Desarrollo, a través de su proyecto Tengo un Sueño Perú, la Municipalidad Provincial de Carabaya (Puno) y la Universidad Católica, con el apoyo de Inversión en la Infancia, impulsaron la creación del proyecto “Casas Calientes”, con el objetivo de evitar la mortalidad, especialmente infantil, causada por el frío en las zonas altoandinas. Estas casas captan el calor del sol durante el día con una tecnología sencilla y económica lo que permite mantener durante la noche la temperatura en su interior unos 15 grados por encima de la temperatura exterior. En el marco de este proyecto se construyeron 65 “Casas Calientes”.
En entrevista con el Blog Inversión en la Infancia, Óscar Liendo, médico especialista en políticas públicas y miembro del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, cuestionó el plan del gobierno contra el friaje. “La implementación de este plan es la misma historia de siempre: es un plan cosmético. Siempre se trata de actuar cuando ya empezó el problema. Recién entonces todas las autoridades se rasgan las vestiduras, pero nadie trabaja el tema de prevención. Este plan no actúa sobre el problema de fondo, que es la precariedad de la calidad de vida en la que viven las personas de las zonas más alejadas del país. Esto se da por el modelo económico del país, que es el culpable de que esta situación ocurra. El modelo prioriza las zonas urbanas y ve a las rurales solo para ser usada por la minería. A este modelo económico no le interesa la población ni las potencialidades de las zonas rurales, solo busca despoblarlas para usarlas para la minería”.
Por su parte, el doctor Uriel García, ex ministro de Salud y también integrante de Inversión en la Infancia, aseguró que las muertes por causa del frío se deben a la pobreza y el abandono en que viven las poblaciones altoandinas. “No se tiene conciencia de que las muertes de niños por el frío son evitables. De esos 82 niños que ya murieron por el frío este año, con toda seguridad el cien por ciento pertenecen a la clase más pobre. La mortalidad infantil por frío en los barrios de clase media y alta de Puno, de Cusco, es cero. La verdadera razón de las muertes por el frío está en la pobreza y en la inequidad social” (ver entrevista: “El principal problema que afecta a la infancia es la pobreza y la injusticia social”).
*Noticia publicada en la Edición 164 (Julio 2016) del Blog Inversión en la Infancia (www.inversionenlainfancia.net)
Escrito por
Iniciativa ciudadana liderada por el padre Gastón Garatea y constituida por distintas personalidades